Estrategia Minera Antofagasta

EMRA 2023-2050

Enrique Garcilazo, jefe de la Unidad de Desarrollo Regional y Rural de la OECD:

“La estrategia minera en Antofagasta, estará enfocada a cómo mejorar  la calidad de vida en la región junto a los procesos mineros”

A partir del próximo 25 de octubre, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD), con 38 países miembros, iniciará el estudio para elaborar una estrategia minera para la Región de Antofagasta, a través de la convocatoria de grandes mineras, sociedad civil, autoridades, empresas locales, comunidades indígenas, expertos de regiones mineras de la OECD y universidades.

El encuentro programado para las 08.30 horas, llevará por nombre “Hacia una Estrategia Minera Regional en Antofagasta” y será  inaugurado por la Ministra de Minería, Marcela Hernando, además del Gobernador Regional, Ricardo Díaz, y el jefe de la Unidad de Desarrollo Regional y Rural de la OECD, Enrique Garcilazo.

El evento tendrá por objetivo, discutir las ventajas de desarrollar una estrategia minera regional, compartir casos de éxito internacionales y definir prioridades, además de los retos para un futuro ambientalmente sostenible y diversificado de la Región de Antofagasta.

Los temas a tratar son “Experiencia internacional de una estrategia minera regional”, donde asistirán como speakers, el coordinador del Plan de Minerales y Metales de Canadá, Ian Green (Ministerio de Recursos Naturales) y José Miguel Benavente, Vicepresidente ejecutivo de la Corporación de Fomento (CORFO). 

Además, de “Hacia una minería sostenible con participación de la comunidad”, donde intervendrá Dawn Madahbee Leach, Presidenta de la Comisión Nacional de Desarrollo Económico Indígena, de Canadá. 

Uno de los protagonistas claves en el desarrollo de la estrategia minera para la Región de Antofagasta,  es el jefe de la Unidad de Desarrollo Regional y Rural de la OECD, Enrique Garcilazo, quien manifestó que lo interesante de la propuesta pasa porque habrá un diálogo directo entre todos los involucrados en el proceso minero y la sociedad civil.

¿Cómo será el apoyo que entregará la OECD en el estudio de la estrategia minera regional ?

-Por parte de la OECD, nos da mucho gusto poder apoyar a la Región de Antofagasta, y a Chile en esta iniciativa, ya que en la OECD tenemos un programa de regiones mineras, y de hecho este proceso comenzó en Antofagasta en el 2016, con un evento y en función de esta iniciativa la hemos replicado en otros países. Además, hemos desarrollado cuatro estudios de caso en países OECD, donde intentamos traer a actores de entidades públicas, privadas y del sector civil, para fomentar el diálogo sobre cómo mejorar la calidad de vida en regiones, que se especializan en productos extractivos y mineros. Por ello, nos da mucho gusto regresar desde donde se originó este programa, y eso vamos hacer en los próximos días.

¿Cuáles son los estudios de casos desarrollados por la OECD en zonas mineras? ¿Y pueden aplicarse a la realidad de Antofagasta?

-El primero fue en Karelia del Norte  (Finlandia), el segundo en Skelleftea, (Suecia) , el tercero en Andalucía (España) y ahora estamos finalizando otro en Pilbara, Australia. Ahora regresamos a Antofagasta para hacer uno. Cada reporte tiene sus cualidades, cada Región es diferente, con geografías distintas, con recursos son únicos, pero yo creo que muchas experiencias y buenas prácticas pueden compartirse. En concreto, la importancia  de hacer una estrategia minera, es pensar el proceso minero como algo estratégico y no solo una actividad económica que ocurre en un lugar,  sino en sus conexiones con las demás industrias locales y la comunidad. Entonces yo creo que, este concepto de estrategia minera, es una herramienta para ser más estratégicos con las actividades mineras e intentar tener procesos más sustentables. Eso es aplicable, de todas maneras.

En Andalucía fue realizada una estrategia de desarrollo minero, en el norte de Suecia están dando impulso a una producción más sustentable con el medio ambiente, en el que se intenta mejorar el valor añadido del proceso minero. O sea que no solo sean exportados recursos mineros, sino también generar otro valor, cadenas de valor. Estos casos son relevantes para Antofagasta, pero aquí  vamos a ver cómo poder mejorar la calidad de vida, junto a los procesos mineros.

En el 2016 ya adelantaron algunas directrices, ¿qué falta para tener una estrategia minera regional en marcha?

-Yo creo que en el 2016 iniciamos el proceso, y ahora vamos a avanzar dos o tres pasos. Cuando vinimos en el 2016 el evento estaba bastante sustentado por la industria minera. Entonces hicimos la agenda y comenzamos a dialogar , pero hacía falta dialogar con gente de distintos sectores, del sector civil, privado, público y nacional. Por ello, queremos tener un diálogo con todo los actores. Yo creo desde allí comenzó a abrirse más este diálogo, para que no estuviera tan centrado desde el punto de vista minero, sino más territorial, holístico. Desde entonces hasta ahora, el intentar un diálogo a querer desarrollar una estrategia regional minera, ya es un avance bastante grande. Esto último es muy diferente porque pasa por llegar a acuerdos, hacer lineamientos y hacer pautas de trabajo, que luego van a llevar a decisiones de inversión, prioridades, entonces empieza a caminar con acciones más concretas.

El Gobernador Regional habló de un nuevo trato con la minería y existe cierto distanciamiento de la ciudadanía con la industria minera. ¿Una estrategia minera tiene como objetivos atender este tipo de demandas en los territorios?

-Esto no solo ocurre en Antofagasta y lo estamos viendo en otras regiones mineras del mundo. El hecho que la minería esté relacionada con empresas grandes, y que muchos de los beneficios salgan de la Región y no generen riqueza y recursos en las regiones, provoca cierto malestar en todas las comunidades que tienen recursos minerales. Hay una idea errónea que, los mineros no están dentro de la estrategia de desarrollo. Sin embargo, hay mucho esfuerzo desde el sector privado en cambiar esta imagen, ya que por un lado las empresas se han dado cuenta que si no tiene una buena relación con el sector civil, no puede avanzar tan fuerte como quisiera. En segundo orden, yo creo que el sector minero se ha dado cuenta que es parte de la solución en el proceso del cambio climático, por ello también están intentando cambiar su manera de actuar y sus procesos. Entonces, esos dos aspectos los lleva a pensar distinto, no sólo en el negocio. Ahora también, los gobiernos regionales se han dado cuenta que la minería no sólo es un proceso industrial que ocurre en su territorio, porque también puede  generar mucho más que empleo, puede desde los municipios abordar problemas de viviendas, servicios, innovación, disparidad de desarrollo  y otros efectos locales. Hay varios aspectos que son importantes para tomar estos procesos mineros de una manera más estratégica. Sin embargo, no es fácil alinear todas estas iniciativas y coordinar  todos los actores . No es fácil, ya que todos los objetivos no son paralelos, pero la idea es caminar todos en una misma dirección. Estoy seguro que tanto la empresa privada, como la comunidad civil, las comunidades indígenas y al gobierno, les gustaría tener mejores relaciones entre sí. Mejorar estas relaciones va significar mayores inversiones y estabilidad. Además en las regiones pueden generarse cadenas de valor, lo que es otra gran oportunidad.

Además, la minería es una industria más vigente que nunca…

-En algunos países piensan que la minería va a terminarse. Lo que es errado. Es una industria con mucha historia,  pero seguirá vigente, sobre todo por el tema del cambio climático. Esto cambia la mentalidad en la que viene la empresa, saca los recursos y se va. La industria también se está dando cuenta que requiere más procesos tecnológicos y eso lo hemos visto en el norte de Suecia, con minas muy automatizadas que reducen el impacto ambiental, lo que incentiva el desarrollo de otras industrias. Estos son trabajos que pueden atraer a gente joven y a mujeres. La industria minera también se está transformando en este proceso, para que la gente no los vea como un proceso antiguo.

Otro aspecto diferenciador  pasa porque en Antofagasta existen dos industrias potentes en la minería: cobre y litio…

-Si, claro. De hecho aquí en Europa también había un debate sobre si era necesario diversificar, buscar otras formas de producción, pero con la guerra en Ucrania y la demanda de litio para las baterías , existen decisiones estratégicas sobre soportar la autonomía en minerales. La OECD estima que un automóvil eléctrico requiere 5 veces más minerales que un automóvil a gasolina. Hay cálculos que muestran que, Europa debe abrir más de 70 minas. Pero si no se hace con un diálogo con las comunidades, con procesos medioambientales sustentables y donde la comunidad no vea los beneficios, será complicado. Es momento de una estrategia más inclusiva, más transparente. Eso es muy importante. Ya no es una empresa que abre una mina y ya está todo bien económicamente. Una Región o país genera más poder en definitiva, con la explotación sustentable e inclusiva de recursos mineros.

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