Entre el 5 y 6 de octubre será entregado el documento definitivo de la EMRA, que contendrá las demandas de las comunas de la Región de Antofagasta luego de las etapas de participación ciudadana.
En el mes de la Minería, se da comienzo a la preparación de la Tercera Misión de la OCDE que busca definir la Estrategia Minera Región de Antofagasta (EMRA) 2023-2050, impulsada por el Gobierno Regional de Antofagasta y coordinada técnicamente por el Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Católica del Norte (IPP-UCN).
Hoy este proceso se encuentra en la etapa de participación ciudadana, que tiene por objetivo la integración de iniciativas, sugerencias, demandas y solicitudes de todas las comunas en el borrador de la estrategia regional. Esta nueva Misión, programada para el 5 y 6 de octubre, finalizará el trabajo realizado en la Primera y Segunda misiones, donde los expertos de la OECD junto al equipo del Gobierno Regional e IPP UCN, recogieron las demandas de las comunas mineras de la Región de Antofagasta, sugerencias que ahora quedarán plasmadas en el documento definitivo.
Para analizar esta última fase de la EMRA, el gobernador regional Ricardo Díaz Cortés, detalló el trabajo realizado hasta ahora para definir la estrategia minera, junto con las expectativas con las que cuenta para concluir este instrumento clave para el desarrollo de la Región de Antofagasta.
- ¿Qué trabajo se ha estado realizando durante estos meses? (entre la Segunda y Tercera Misión).
La estrategia minera regional, es una iniciativa que busca poner a la gran industria del cobre a conversar con las comunidades y los territorios. Para eso contamos con la ayuda de la OCDE y del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Católica del Norte, quienes actúan como mediadores para ir abriendo espacios de diálogo, de encuentro, en donde podamos ir generando una industria minera mucho más comprometida con los territorios, más sostenible ambientalmente, pero también para que la región pueda ofrecer ámbitos de desarrollo y de perfeccionamiento. Junto con ofrecer personal capacitado y adecuado que permita generar una mejor minería, en este sentido, en esta Misión lo que estamos haciendo es generar los diálogos participativos, especialmente con las comunidades de nuestros pueblos originarios de las distintas comunas, para que puedan visualizar cuál es el aporte que ellos esperan que haga la gran minería a toda nuestra región.
- ¿Cómo se van a sellar estos acuerdos, relaciones y Nuevo Pacto Social? (sector público, privado y sociedad civil).
Lo que nosotros esperamos hacer es establecer un documento con ciertas indicaciones y compromisos en donde estén todos los sectores. Por ejemplo, ¿cuál es la formación que la academia va a generar para los futuros profesionales? ¿Cuáles son los compromisos ambientales y con las comunidades, que la gran minería va a establecer?, ¿cómo las distintas comunidades van a generar espacios de diálogo y de encuentro con las diferentes compañías mineras, estableciendo las exigencias básicas para una buena convivencia?. Y por último, desde lo público, ¿cuáles son las fortalezas que tenemos que potenciar para que avancemos todos hacia una mirada mucho más sostenible y sustentable en la producción minera?. Esto lo vamos a expresar en un documento de la EMRA, que va a contar con una gobernanza y un equipo de profesionales que va a realizar seguimientos, con la finalidad de que se vaya cumpliendo lo acordado, junto con permitir que todas las inversiones, que van en mejoras de la región, se puedan seguir y sistematizar.
Creemos que el camino es el diálogo. El camino es firmar el acuerdo y finalmente tener una institucionalidad que vaya haciendo seguimiento a los compromisos, que tanto las compañías, como las comunidades, la academia y el sector público, podemos generar en conjunto.
- ¿De qué forma esta estrategia se distingue frente a otras herramientas aplicadas en el territorio, y por qué es tan relevante ?.
La Estrategia Minera Región de Antofagasta 2023-2050, se diferencia ampliamente de otros instrumentos de planificación, porque esto nace del diálogo y de la posibilidad de encuentro que el Gobierno Regional ha generado, invitando a todos a conformarla. Es por esto que nos interesa como Gobierno Regional que esta alianza, esta comunicación, este diálogo entre las comunidades; entre la industria minera y la academia, sea a largo plazo y con el apoyo de todos. Nos parece que si queremos generar una mejor región tenemos que sentarnos a conversar desde nuestras demandas, desde nuestros dolores, pero también desde los desafíos que en conjunto podemos construir.
Y por eso, es que ésta estrategia ha logrado algunas cosas que antes no habíamos visto en la región; que el Consejo de Pueblos Atacameños se haya sentado con las primeras cabeceras gerenciales de las distintas compañías mineras, o que las mismas compañías mineras hayan generado espacios de diálogo entre ellas, soslayando el elemento de competencia y que las comunidades hayan tenido espacio para poder plantear sus dolores y poder plantear mejoras o que los servicios públicos también puedan visualizar cuáles son los mecanismos de fortalecimiento que requieren para un mayor control ambiental. Son elementos que antes no habíamos visto en la región.
Bajo este marco, esta estrategia ha contado con una amplia participación de todos los sectores y es un instrumento inédito que incluso los expertos de la OCDE así lo han valorado, y han expresado que les gustaría replicar esta experiencia en otras zonas mineras del mundo.
- Dado que estamos en el mes de la minería, ¿cuál es el impacto que tiene la EMRA dentro de este contexto?.
Esta estrategia regional, es sin duda una muy buena noticia para todo el sector minero. Puesto que por un lado, el hecho de sentarse, de viabilizar una forma de trabajo en conjunto; da certezas respecto del futuro que queremos construir y da certezas respecto de lo que esperamos para la región. En tal sentido, agradezco el impulso y el interés de todas las compañías mineras que trabajan en nuestra región, de poder juntarse para ir construyendo espacios de desarrollo para todos y todas. Y también agradezco que a través de este instrumento territorial, podamos impulsar la pequeña y mediana minería, que por mucho tiempo ha sido olvidada en esta zona.
El gran impulso al empleo que ellas dan en las comunas más pequeñas, nos permite desarrollar una mirada distinta y sostenible respecto a lo que podemos hacer en conjunto, por tanto, esta estrategia es una muy buena iniciativa que nos permite mirar la región con un sentido esperanzador.
- Esta estrategia ha buscado aunar a 3 sectores que históricamente han trabajado individualmente, cómo se logra juntarlos y generar este Nuevo Pacto Social?
En un contexto de bastante crispación política, de bastante enervación de los ánimos, acá en la región nosotros hemos decidido sentarnos a conversar y mirar espacios de encuentro y de trabajo colaborativo. Esto es lo relevante, aquí ningún sector; ni la minería, ni las comunidades, ni nuestros pueblos originarios, ni la academia, ha renunciado a sus legítimas demandas, lo que hemos hecho ha sido construir espacios de encuentro en donde cada uno pueda resolver sus conflictos de manera colaborativa y con el respeto que todos los sectores merecen.
Yo creo que es una muy buena noticia el contar con la posibilidad de construir acuerdos grandes como región, porque finalmente lo que nos va a poder permitir a todos nosotros desarrollarnos adecuadamente, es precisamente los acuerdos que generemos como territorio.