Estrategia Minera Antofagasta

EMRA 2023-2050

“La estrategia minera regional tiene que ser un nuevo trato con las comunidades”

DESAFÍOS . El próximo 25 de octubre comenzará en forma oficial el estudio de la OECD para definir una nueva carta de navegación para el desarrollo minero en la Región de Antofagasta.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD), con 38 países miembros, liderará el próximo 25 de octubre el encuentro ‘Hacia una Estrategia Minera Regional en Antofagasta’, que dará inicio en forma oficial a su estudio para elaborar la estrategia minera para la Región de Antofagasta al 2033.

El evento, que comenzará a las 08.30 horas en el Hotel Antofagasta, reunirá a representantes de la OECD, del gobierno regional y local, de las principales empresas mineras de la zona, de las comunidades indígenas, universidades y expertos de otras regiones mineras de la OECD.

Esto para discutir las ventajas de desarrollar una estrategia minera regional, compartir casos de éxito internacionales y definir prioridades, además de los retos para un futuro ambientalmente sostenible y diversificado de la Región de Antofagasta.

El encuentro será inaugurado por la ministra de Minería, Marcela Hernando, además del gobernador regional Ricardo Díaz, y el jefe de la Unidad de Desarrollo Regional y Rural de la OECD, Enrique Garcilazo

Después el evento seguirá con el tema ‘Experiencia internacional de una estrategia minera regional’, donde estarán como speakers el coordinador del Plan de Minerales y Metales de Canadá, Ian Green (Ministerio de Recursos Naturales) y José Miguel Benavente, vicepresidente ejecutivo de Corfo. Luego vendrá un panel de conversación con la AIA, ejecutivos mineros y gremio de proveedores mineros.

El segundo tema a tratar será ‘Hacia una minería sostenible con participación de la comunidad’, donde intervendrá Dawn Madahbee Leach, vicepresidente del Instituto Nacional de Desarrollo Económico Indígena de Canadá. En el panel estará un consejero nacional de la Conadi, alcalde presidente de la Asociación de Municipalidades, Consejo Regional y los rectores de la Universidad Católica del Norte y Universidad de Antofagasta.

Un rol clave para impulsar el estudio OECD tuvo el gobernador regional, Ricardo Díaz, quien ya en la Cena de la Minería 2022 promovió la firma del protocolo de entendimiento y colaboración entre el gobierno regional, empresas mineras y universidades, entre otros organismos, para la elaboración de una estrategia regional de minería para la próxima década para la Región de Antofagasta.

El gobernador Ricardo Díaz manifestó que el próximo encuentro liderado por la OECD resultará determinante para analizar cómo seguir desarrollando la minería en la región, pero con la participación de los territorios y la solución a los problemas de las comunidades, sobre todo en el tema sustentabilidad.

CERTEZA

¿Cuál  es su análisis en torno al desarrollo de una estrategia minera regional?

-Yo creo que todos en esta región tenemos una sensación de abandono del Estado o también una especie del maltrato de las grandes mineras. Todos vemos que el tren o barco se va con el cobre y no sabemos qué realmente queda en la región. En realidad, lo sabemos, aportamos en gran medida al PIB nacional, con cerca del 11%, pero cuando vemos las inversiones públicas no pasan del 1,7%. Hay una brecha enorme y este es un país minero. Entonces mi análisis fue: me quedo en las quejas o vamos articulando algunas soluciones, para generar una propuesta donde por fin de minería se siente  a conversar con las comunidades y autoridades para establecer una carta de navegación en conjunto. Yo creo que eso le hizo mucho sentido a las empresas, porque es darle certezas, pero también la hace sentido a las comunidades, porque por primera vez van a sentarse de igual a igual con las mineras. Hay que proyectar soluciones.

¿Qué opina que la OECD lidere este estudio para elaborar una estrategia minera para la región?

-Yo como profesor soy estudioso. Y cuando empiezas a analizar, y en algún momento yo estuve en una campaña medioambiental, puedes ver que la OECD tiene todo un sistema de evaluación de las zonas mineras. Hay experiencias de otras zonas y países, donde la acción de la minería es súper positiva. Cuando uno mira a Polonia, tiene regiones mineras, donde la calidad de vida es muy buena. El aporte que tiene en Canadá o Australia, donde hay una minería que se compromete con el territorio, que aporta más de la cuenta, que se preocupa de la formación de las personas en las comunidades. Entonces uno piensa: ¿por qué eso que se hace allá, no se hace acá? Porqué no existe este compromiso. Yo fui planteando este tema y el año pasado me reuní con todas las altas gerencias de las empresas mineras, para abordar este análisis. La región tiene sueños, queremos más áreas verdes, una mejor salud y educación, queremos mejor conectividad, hay zonas ciegas, queremos carreteras como existen en el sur. Sin embargo, queremos ver qué visión tiene la minería sobre estas grandes demandas, cuál es el compromiso que pudieran tener, y que muchas veces no es un tema económico, pedir recursos, sino pedir capacidades, formas de actuar. Un ejemplo: los municipios no tiene proyectos, pero una minera los podría apoyar con equipos técnicos, con constructoras para hacer obras, lo que nos pasó con el Teatro Pedro de la Barra, ya que las empresas constructoras que trabajan para el sector público son muy pequeñas. Yo lo que  quiero es que la gran minería vaya cambiando su forma de trabajo en la región y se comprometa con la ciudadanía, que escuche a las comunidades.

TECNOLOGÍAS

¿Cree  que el aporte de la minería está muy focalizado en el empleo y aún falta en la vinculación con las comunidades?

-Es que tampoco hay un aporte muy grande en empleo. Nuestras cifras de conmutatividad laboral son altísimas. El que exista un vuelo Antofagasta-Concepción es precisamente por el tema de la conmutatividad, no hay otra explicación. Entonces, yo creo que la minería debe generar una nuevo trato con la región y por lo menos cuando hubo la discusión del nuevo texto constitucional, donde incluso se habló de ‘no más minería’ y nacionalización de los recursos, las grandes compañías acusaron el golpe. Ahí se dieron cuenta que efectivamente pueden hacer más. Y por las conversaciones que he tenido con ellas, han advertido que es posible buscar una nueva forma de cómo entenderse. Ahora esto no significa que nosotros como región claudiquemos en nuestras justas demandas. Esto es todo lo contrario: las comunidades y las autoridades electas dan la licencia social a las mineras para operar. Hay que asumir nuestra responsabilidad sobre cómo damos está licencia. Y esto pasa porque su producción sea más verde, dejen de usar aguas continentales, cuando vemos que se comprometen con la región. Esta estrategia minera no solo busca recursos, sino cómo generamos capacidades, entregando oportunidades a quienes están en este territorio y cómo vamos avanzando por una minería cada día más sustentable.

¿Esto también pasa por diversificar la matriz económica regional?

-Esta región siempre será minera y seguirá así. Sin embargo, la minería puede ir potenciando otras vocaciones productivas. Ya lo hicimos con la energía, ya que tenemos un polo enorme de capacidad fotovoltaica. Entonces, porqué no avanzamos en la fabricación de hidrógeno verde, donde las compañías mineras sean los primeros clientes, que permitan su desarrollo, para luego dar un salto a su exportación. Por qué la minería no puede apoyar la consolidación de los corredores bioceánicos, que permitiría a los puertos no solo sacar metales, sino cargas de Brasil, Paraguay o Argentina. También podrían apoyar la construcción de un observatorio astronómico regional, que sea operado por nuestros investigadores. Ahora si levantamos la apuesta, porqué no ser una zona de despegue de satélites y  la FACh tiene ya un proyecto en marcha. Esto nos permitiría ir avanzando en una región minera, pero también energética, astronómica, de nuevas tecnologías. Esa es la mirada a largo plazo que queremos para nuestra región. 

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